Está bien.
Empezaré después de dos años de silencio contigo, por que eres el que más me duele.
Accederé por que tengo el estómago fuerte en estos momentos y me puedo enfrentar al blanco.
Accederé por que aunque nunca sepas estas letras, no quiero que se me olviden. Y sobre todo por que ya aprendiste a escribir, y algún día que me atreva más que hoy, personalmente te las entregaré.
En este instante ya estoy en el pasado y al mismo tiempo en el presente, encontrando recuerdos que se contradicen, estoy enfrente de mi computadora pensando qué eres para mi, y me refugio en el mismo playlist que hace tiempo me hacía escribir, por que duele, y por que sin dolor no existes.
Te haces llamar quien me dio la vida, y yo te conozco como un extraño permanente, y aunque respiro por ti, respiro con culpa, respiro dolor y recuerdos vagos que creo ya tiré en las cajas de las 5 mudanzas de piel que viví.
Y viví cosas, cambios y turnos, viví por la mañana por que me ayudaba a no pensar, viví por la noche por que necesitaba sentir, crecí, con una mano en la cintura para no mostrarle al mundo que estaba insegura y que me faltabas, crecí con sonrisa grande como si tuviera un sustento fuerte y estable, como si nada me pasada aunque dormía con lágrimas espesas y pesadas. Y sí, te aprendí infinidad de cosas que siento clavadas y cada que suenan en mi consola te recuerdo bailando en la sala.
Ahora me quieres conocer por que no te conoces ni a ti mismo, pero fuiste ciego todo el tiempo que duré en encontrarme, y sí, vivo por ti, pero tu elegiste tu no haber vivido por mi, es el tiempo de escoger rechazarte y sin la culpa, no contestarte para responderme, y que tu inestabilidad ya no me corte profundo.
No voy a leer esto dos veces para revisarlo por que si lo hago me arrepiento, y terminaré después de dos años contigo, por que eres el que más me dolió.
Accederé por que tengo el estómago vacío y hambre de escribir…
Está bien.